ANIMALES, LLORAREMOS POR USTEDES CUANDO YA NO ESTÉN

29 DE ABRIL – DIA DEL ANIMAL
Es triste celebrar el Día del Animal, sin alegría.  Creo que a nadie se le ocurriría preguntar el porque de esta afirmación.. Las ciudades, parques y rutas del país muestran un número creciente de  animales de compañía abandonados o sus cadáveres.  Por que estar tristes.? Porque a diario vemos equinos lastimados, enfermos y flacos, tirando de carros desvencijados muy sobrecargados y con cuatro o cinco personas aumentando el peso de la carga. Por que estar tristes.? Porque quienes viajan por vías de acceso a la Ciudad de Buenos Aires no pueden dejar de ver camiones de ganado a velocidades inauditas con bovinos apretujados que atisban por las hendijas laterales del transporte como diciendo «adios campos verdes´´, Como no estar tristes cuando con total inpunidad vendedores ambulantes de loros robados de los nidos o atrapados en jaulas «llamadoras´´ ínfimas, tienen la consigna « lo que no se vende en el día se tira ´´. Sin detenerse a pensar que lo que están descartando es una bolsa de pequeñas importantes vidas.En Argentina hacen falta políticas de Estado inspiradas en la Declaración Universal de los Derechos del Animal , el documento más hermoso redactado para que el mundo sea un lugar bondadoso donde vivir. Deberíamos los humanos  detenernos a pensar cómo sería este mundo sin animales.?   Como podríamos vivir sin pájaros que nos llenen el oído con sus gorjeos, sin perros que nos reciban a diario como a reyes,  aunque estemos desempleados, sin los nobles equinos que hicieron este país y a los cuales tanto se les debe y tan mal se les paga.ADDA pide por políticas de Estado para proteger y defender a
los animales todos. Los seres humanos debemos entender que los animales deben ser ayudados y no retenidos como los últimos esclavos que le quedan al hombre.

Dejo la nota siguiente como tributo de respeto a los animales no humanos en su  día

DERECHOS PARA LOS ANIMALES
Bregar por  derechos para los animales se aborda hoy en ámbitos más populares que lo que sería el trabajo para una tesis filosófica. Personas muy diversas de la comunidad se plantean y plantean a otros, la necesidad de otorgar derechos a los animales.
Si bien hay personas que se resisten a hablar de este tema, es importante que se abran al menos a la idea de que no se están solicitando para los animales derechos iguales a los de las personas, sino otros derechos, como sería  el derecho elemental a no padecer dolor y a ser respetados como seres vivos.

Es increíble que haya personas que se nieguen terminantemente a otorgar derechos a los animales. Cabe señalar para la reflexión que han habido actitudes similares en diferentes épocas cada vez que se ha  propuesto alguna extensión del derecho. Así sucedió cuando se solicitaron derechos para las personas de raza negra o cuando se solicitaron derechos para las mujeres. Desde que se proclamara la Declaración Universal por los Derechos del Animal hemos recorrido un largo camino solicitando derechos mínimos para ellos, entre los cuales se encuentra el derecho de las especies domésticas a no ser abandonadas a su suerte, el derecho de los équidos utilizados en tareas de carga a no estar obligados a soportar pesos superiores a sus fuerzas,  el derechos de los animales silvestres a no ser removidos de sus áreas naturales, el derecho de los animales bravíos o simplemente silvestres a no ser obligados a realizar actuaciones que los aparten de sus patrones de conducta o el derecho de distintas especies animales a no soportar experimentos. Sin duda, no es fácil para el ser humano manejar estos temas de reconocimiento de nuevos derechos, ya que desde que pudo hacerlo,  el hombre esclavizó a los animales y hoy en día ellos son los últimos esclavos que le quedan..

Si bien algunas personas encontrarán paradójico que en una época de violencia tan extendida entre seres humanos, estemos dedicando tiempo y esfuerzos a proteger a los animales. Es necesario que  se entienda que vivimos en un mundo donde no somos los únicos del reino animal, convivimos con los animales no humanos y  debiéramos respetarlos como seres vivos, fundamentalmente porque hemos dejado muy atrás a Descartes y sus funestas afirmaciones relativas a que  los animales eran como máquinas, y que por lo tanto no sufrían el dolor, afirmaciones que abrieron la puerta grande a los experimentos con animales vivos.

Quienes pedimos por derechos para los animales, ya no estamos tan solos y tanto la legislación interna de un país como las declaraciones globales o los tratados internacionales en los que he tenido el gusto de trabajar, están receptando las inquietudes de un mundo que crece hacia una verdadera comprensión de nuestros hermanos de reino, alejándonos de quienes consideran a los animales como recursos naturales para reclamar una postura ética frente al padecimiento, protegiéndolos de algo en lo que asombrosamente se nos parecen , el dolor y la ansiedad.

Martha Gutiérrez
Presidenta de ADDA




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